Pasitos de Luz

Novedades en Pasitos este año

Siempre es conmovedor ver a los niños nuevos llegar a Casa Connor, siendo ayudados a bajar del autobús para el primer día de clases y terapias en su propio Castillo especial. Muchos tienen los ojos muy abiertos y están emocionados, otros nerviosos porque es la primera vez que están lejos de sus padres. ¡Lo importante es que su viaje hacia una mejor calidad de vida ha comenzado oficialmente!

Desde que se relajaron las restricciones de COVID en esta parte de México, hemos podido comenzar a integrar nuevos niños de nuestra lista de espera. Esta es una noticia fantástica para los padres, desesperados por que su hijo o hija comience sus terapias. Muchos padres también están desesperados por salir a trabajar para llegar a fin de mes para sus familias. Esto es particularmente urgente para las madres solteras, que son las únicas que ganan el pan en sus hogares.

Nos gustaría compartir un par de historias de los recién llegados a Pasitos de Luz, de quienes nos complace decir que ahora se benefician de la atención y el apoyo que los ayudarán a prosperar.

Azahara


La pequeña Azahara, en la foto de arriba con su madre Araceli, nació en junio de 2021 y tiene solo 11 meses. Nació con microcefalia, un defecto congénito que significa que su cabeza es más pequeña de lo esperado y su cerebro no se ha desarrollado adecuadamente.

Azahara se enfrenta a una serie de retos y un camino difícil por delante. Su condición significa que ha experimentado un retraso en el desarrollo. No ha alcanzado los hitos normales para los bebés de
su edad, como sentarse sola o poder sentarse sin ayuda. A pesar de estos desafíos, nuestros fisioterapeutas confían en que pueden ayudar a Azahara a alcanzar estos hitos y crecer en forma y saludable.


aura es una fisioterapeuta experimentada que lleva poco más de dos meses trabajando con Azahara, tres veces por semana. Ha estado satisfecha con el progreso de la pequeña. “Una de las primeras cosas que quería ayudar a Azahara a lograr era empezar a gatear y darse la vuelta. La coloqué en el tapete de terapia y la rodeé con objetos de diferentes colores.Los colores captaron su atención y comenzó a extender la mano y moverse hacia ellos. ¡En un par de semanas estaba gateando! Su mamá Araceli tuvo la sonrisa más grande cuando vio a su hija moverse libremente en la colchoneta por primera vez”.

¿Qué sigue para Azahara? Laura dice que durante las próximas semanas usará una pelota de equilibrio para ayudar a Azahara a desarrollar la fuerza en su tronco para sentarse sola. Al mismo tiempo, animará a la pequeña a desarrollar fuerza en sus manos y empezar a agarrar objetos. Lento pero seguro, Azahara alcanzará esos hitos tan importantes, lo que será un gran alivio para Araceli.

Araceli es una madre soltera que también se siente aliviada de que ahora puede salir a trabajar mientras Azahara es atendida en Pasitos.

 Hermnos Samuel y Leo

Hay dos niños pequeños que habían estado en nuestra lista de espera durante casi un año y medio antes de comenzar su primer día en Pasitos hace poco más de un mes. Samuel tiene 4 años y su hermano mayor Leo tiene 5. Ambos tienen síndrome de Down, mientras que Samuel tiene otras condiciones de salud graves.

Sus padres, Liliana y Pedro, estaban absolutamente emocionados cuando nos pusimos en contacto con ellos para contarles la buena noticia de que sus hijos finalmente podrían inscribirse en Pasitos de Luz. Liliana vende tamales en las noches, mientras que Pedro es chofer en un hotel. Ambos tienen bajos ingresos, lo que hace que su caso sea una prioridad para nosotros. Estamos muy contentos de haber podido incluir ahora a Samuel y Leo para que reciban nuestros servicios especializados que tanto necesitan.


 

Samuel (en la foto de arriba) es un niño pequeño sociable que ama la comida y jugar con carritos de juguete y ositos de peluche. Sin embargo, en cuanto a la salud, no lo ha tenido nada fácil. Gerardo, un enfermero que está en Pasitos en su año de prácticas, explica el historial médico de Samuel. “Samuel nació con un defecto de nacimiento conocido como ano imperforado”, nos dice, “lo que significa que le falta la abertura del ano. Poco después del nacimiento se sometió a una ostomía. Los cirujanos crearon una abertura en su abdomen para permitir que los desechos y la orina salgan de su cuerpo a través de un tubo, donde se recogen en una pequeña bolsa externa, que debe cambiarse cada 24 horas. Además de esto, Samuel contrajo neumonía cuando tenía 2 años. Tiene problemas para respirar y sufre de tos fuerte. Combinado con las limitaciones físicas e intelectuales causadas por tener síndrome de Down, el de Samuel es un caso complejo”.

Cuidamos a Samuel en nuestra guardería. Los cuidadores, como Gerardo, se aseguran de que su bolsa de ostomía se limpie regularmente y se cambie cuando sea necesario. También vigilan de cerca sus desechos para detectar posibles infecciones. Samuel tiene mucho apetito y come bien en Casa Connor, lo que le ayuda a combatir infecciones. Y, por último, nos aseguramos de que disfrute de mucho tiempo de juego para mantener el ánimo en alto.


Leo es el hermano mayor de Samuel. También tiene síndrome de Down, pero aparte de eso, es un niño sano y activo. El principal desafío que plantea Leo es su comportamiento. Le cuesta prestar  atención en el aula. Nuestros maestros de educación especial han estado trabajando con Leo ayudándolo a enfocar su atención y estableciendo límites claros, al mismo tiempo que le dan suficiente libertad para explorar su creatividad.

 Estamos contentos de poder apoyar a Samuel y Leo, conscientes de la gran ayuda que es para su familia. Tener dos niños pequeños con discapacidades es una carga importante, especialmente cuando uno sufre problemas de salud complejos. Liliana y Pedro describen a los maestros y cuidadores que cuidan a sus hijos como “ángeles”